La provincia de Camagüey sorprende gratamente al visitante que se decide a recorrer el país. Las vastas llanuras y abundantes especies de palmeras caracterizan el paisaje tierra adentro. Dos agrupamientos montañosos de poca elevación sobresalen en el llano panorama: La Sierra de Cubitas, al norte, es notable por los cañones y abras que la cortan, profunda y transversalmente. Es considerable la presencia de cuevas con formaciones secundarias y de interés paleontológico y arqueológico; en la Sierra de Najasa, al sur, se destacan los yacimientos de maderas fósiles, entre otros elementos naturales notables. Justo en su mismo centro, como si emergiera del pasado, irrumpe la ciudad capital, con sus soberbios campanarios y la elegante longevidad de los edificios que un día fueron el centro de la villa de Santa María del Puerto del Príncipe: una trama laberíntica de calles, callejones y plazas sin par en el Caribe, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, en 2008.
Cristalinas aguas y finas arenas doradas distinguen sus playas y cayos. Camagüey es la región con mayor cantidad de cayos e islotes. Cuenta con más de 120 km de hermosas playas asociadas a las cayerías norte y sur de su territorio: 1 de cada 4 km de playas de Cuba. En el litoral norte se encuentra la cayería Sabana-Camagüey, lugar de tránsito y anidación de numerosas especies de aves migratorias y mayor reservorio natural del flamenco rosado en América. Cayo Romano, en particular, fue el escenario en el cual Ernest Hemingway se dedicó a buscar submarinos nazis durante la Segunda Guerra Mundial y a correrías de caza y pesca. Al sur, la cayería Jardines de la Reina, un feudo natural exótico y salvaje, presenta abundantes arrecifes coralinos de amplia biodiversidad y algunas playas arenosas de poca extensión.
De entre todos los atractivos, lo mejor que encuentra el visitante a su paso son, sin dudas, los propios camagüeyanos: gentiles, altivos, cultos y muy apegados a su terruño y sus tradiciones. Le invitamos a conocer Camagüey y su gente, una experiencia que vale la pena intentar.–